martes, 15 de febrero de 2011

Descentralización en el Perú

La descentralización es una reforma del estado fundamental para profundizar la democracia y mejorar la calidad de los servicios y de la inversión pública.
Es fundamental para la democracia representativa y es una barrera contra el autoritarismo porque al repartir el poder entre los diversos niveles de gobierno hace más difícil la concentración del mismo en manos de una persona o grupo. Es también un buen camino para profundizar la democracia participativa porque entrega más capacidad de decisión y más recursos de inversión a quienes están más cerca de la gente y pueden ser vigilados o vigiladas con más facilidad. Y es fundamental para mejorar la calidad de los servicios y de la inversión porque de manera descentralizada están más cerca quienes dan los servicios y gestionan los recursos públicos y quienes usan los servicios y se benefician de las inversiones.

En el Perú ha habido varios intentos de descentralización que han fracasado, siendo el último de ellos el que inicio Alan García en 1988 y canceló Alberto Fujimori en 1992 cuando también cerró el Congreso y se convirtió en un dictador con apoyo de las Fuerzas Armadas y los Servicios de Inteligencia. Pero desde el año 2002 estamos nuevamente desarrollando un proceso descentralista que se inicio con Alejandro Toledo y que se ha mantenido en curso pese a las limitaciones de su diseño y las resistencias del Gobierno Central, especialmente bajo este segundo gobierno de Alan García.

La descentralización enfrenta hoy algunos grandes retos:
a) avanzar en la descentralización fiscal para que todos los recursos del estado sean distribuidos entre el gobierno central y los gobiernos regionales y locales con base en un nuevo pacto fiscal nacional;
b) definir con claridad y de manera participativa con las propias autoridades sub nacionales los roles de las municipalidades provinciales y distritales en la prestación de los servicios básicos de educación y salud;
c) definir con claridad y de manera participativa con las propias autoridades sub nacionales los roles de los gobiernos regionales y locales en la negociación y supervisión de las grandes inversiones en minería, petróleo, gas y energía con base en procesos de zonificación económica y ecológica y ordenamiento territorial;
d) relanzar los procesos participativos haciendo que sus acuerdos sean vinculantes;
e) retomar el camino de la regionalización.

Para garantizar la continuidad y profundización de la descentralización se necesita de una voluntad política central que la impulse y, sobre todo, de autoridades regionales y locales y de una ciudadanía movilizada que derrote la persistente resistencia centralista y la haga irreversible.
Tierra y Libertad se compromete a impulsar la descentralización con participación y vigilancia ciudadana desde los gobiernos regionales y locales en los que tiene presencia y en todos los terrenos de su actuación política.
Tierra y Libertad exige que el Gobierno Central convoque de una vez por todas a la Asamblea Nacional de Gobierno Regionales (ANGR), la Asociación de Municipalidades del Perú y la Red de Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú (REMURPE) a tomar acuerdos sobre los temas arriba mencionados:

1) Iniciar la descentralización fiscal con base en las propuestas ya elaboradas y presentadas por la ANGR y la REMURPE.
2) Construir un acuerdo nacional sobre la descentralización de la educación y la salud con participación de la ANGR, AMPE, REMURPE, el MINEDU y las redes de la sociedad civil vinculadas a estos temas
3) Construir un acuerdo nacional sobre las competencias y funciones de los gobiernos regionales y locales en relación con el otorgamiento de concesiones, negociación de contratos y fiscalización de las grandes inversiones mineras, petroleras, gasíferas y energéticas, y en relación con la consulta previa libre e informada.
4) Establecer la naturaleza vinculante de los acuerdos de los procesos participativos.
Tierra y Libertad exige a los candidatos presidenciales propuestas claras y sin medias tintas sobre estos temas.
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* Por Carlos Monge. Investigador asociado del Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, DESCO. Miembro de la Comisión Política Nacional del Movimiento Tierra y Libertad.

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